En la mayoría de las casas más de algún mueble está hecho en base a madera, melamina u otro. Estos dos materiales son de los más comunes para la fabricación de muebles. La melamina tiene la ventaja de que es fácil de limpiar, resiste más que los demás materiales y es una opción económica. Los muebles naturales son más complejos y caros, pero le dan un toque único al hogar. Te entregamos aquí algunos tips para limpiar tus muebles según el material y mantenerlos en el mejor estado!
1. Melamina
La melamina es una tabla creada por un aglomerado de partículas. Su superficie es totalmente cerrada, esto quiere decir que no tiene poros, es dura y muy resistente, ideal para el uso diario. También es un material muy versátil, en el mercado puedes encontrar una gran variedad de diseños y colores.
La limpieza y mantenimiento de los muebles de melamina requiere poco esfuerzo por la misma composición cerrada de su superficie, haciéndola además resistente al procedimiento de limpieza, así como a la fricción y el desgaste.
Lo primero es quitar el polvo de los muebles, idealmente con un trapo de microfibra. Luego pasa un paño humedecido en agua con algún jabón poco agresivo, evitando poner grandes cantidades de agua ya que puedes deteriorar el aglomerado. Una vez hayas pasado el trapo húmedo, pasa otro trapo seco para quitar los restos de agua. No uses ceras ni aerosoles, solo lograrás engrasar el mueble, lo más adecuado para limpiar la melamina son los productos antigrasas y limpiavidrios, que no dañan el material y mantienen el brillo.
Consejos para su mantención:
- Los muebles de melamina no deben exponerse al sol directamente ya que los deteriora.
- No olvidemos que la melamina es solo la capa protectora, por dentro el material suele componerse el MDF o MDP, por lo mismo, evita siempre la humedad para que la madera no se hinche.
- Limpia y desinfecta tus muebles con frecuencia para evitar las aparición de moho, ventila los espacios donde estén ubicados.
2. Madera
Los muebles de madera natural se destacan por su calidad y belleza, pero requieren más cuidados para mantenerla en buen estado y que dure más tiempo.
Madera barnizada
La limpieza de estas superficies tiene una gran ventaja sobre otras sin barnizar, ya que son más brillantes y limpias. Además, el barniz ejerce una capa protectora contra el polvo, los insectos y la humedad. Sin embargo, a pesar de esta protección, los muebles barnizados requieren algunos cuidados específicos.
Para limpiarla retira el polvo con un paño de microfibra o de algodón para evitar rayar el material. Puedes usar varios productos para limpiar esta superficie, por ejemplo cualquier lustramuebles, ya sea en aerosol o en crema, te sirve para mantener la limpieza de tus muebles. Con un paño limpio, también de algodón, elimina los restos y sácale brillo a toda la superficie del mueble.
También puedes limpiarlos con una mezcla de agua y jabón, pero no te olvides de secarlos bien para evitar manchas o que se hinche la madera.
Madera natural
Los muebles de maderas naturales se pueden conservar muy bien con ceras y aceites. Especialmente con cera, puesto que no da tanto brillo ni oscurece el mueble al tiempo que lo protege.
Después de haberle quitado el polvo, la madera se debe nutrir en profundidad para que pueda impermeabilizarse, de modo que se eviten daños producidos por manchas, pero también para que no se agriete y no pierda luminosidad. Puedes usar Lustramuebles Frosch, el cual le da la protección de todas las superficies de madera y elimina las manchas secas, es ideal para para maderas naturales y rústicas, no tratadas.
Consejos para su mantención:
- Nunca uses amoníaco porque es abrasivo y terminan quitando el brillo y el color a tus muebles. Si el mobiliario está barnizado, tampoco uses productos que contengan acetonas o disolventes ya que dañarían la superficie.
- Siempre usa un paño limpio seco (preferiblemente de algodón o microfibra para no rallar la superficie del mueble) o que esté ligeramente humedecido con agua.
- Limpia siempre en el sentido de la veta y sin restregar. Trata de proteger toda la belleza de la madera natural.
- No te olvides nunca de secar el mueble muy bien con un trapo suave y seco para que no se humedezca la madera.
- Evitar exponerlos a la luz directa del sol. El calor puede dañar la superficie del mueble, estropear ceras y barnices, además de su color y su brillo. Por lo mismo, tampoco debes poner objetos calientes sobre la madera.
¡¡Luce tus muebles de madera o melamina siempre limpios y relucientes!!