La limpieza de las paredes de la casa, en general, no requieren tanta frecuencia, pero cuando hay que hacerla, es un trabajo que implica tiempo y dedicación. Te recomendamos planificar cuándo y cómo llevar a cabo esta tarea porque hay algunos factores que es importante tener en consideración. Te dejamos a continuación algunos consejos para ayudarte con la limpieza de las paredes de tu hogar.
Cuando planifiques la limpieza de las paredes, considera que vas a necesitar bastante agua, paños, diario y el factor más importante: la temperatura óptima para que las paredes se sequen con rapidez. Es por eso que te aconsejamos realizar esta labor en la primavera o a principios de otoño, estas son las mejores épocas para limpiar las paredes, cuando el clima todavía es templado. En relación a la frecuencia de la limpieza de las paredes, salvo en casos extremos, con una vez al año debiera bastar.
Es importante considerar que no todas las paredes se limpian por igual, por lo mismo, antes de limpiar cualquier tipo de pared SIEMPRE haz una prueba en un espacio pequeño para ver cómo reacciona el material o pintura, de esta forma te vas a la segura y evitas un desastre.
Cualquiera sea el material o pintura que tengas, lo primero que hay que hacer, es retirar todos los cuadros y adornos de las paredes, juntos con los muebles que tengan contacto con ellas. Luego procede a eliminar el polvo y tierra con un paño de microfibra o aspiradora.
Si ves que el roce de los muebles ha originado marcas, prueba eliminarlas con una goma de borrar, esta suele ser eficiente para deshacerte de ese tipo de manchas.
Si tienes pintura o esmalte al agua, debes tener cuidado al hacer la limpieza porque puedes pasar a llevar la pintura, nunca limpies con mucha fuerza o con elementos abrasivos. Si la pintura es plástica o látex, estas tienen una mayor resistencia al agua. Considerando esto, los pasos para limpiarlas son los siguientes:
- Luego de haber sacado el polvo y muebles, coloca diario en el piso para no mancharlo con agua. Prepara dos recipientes: uno con una mezcla de jabón y agua tibia para lavar y otro con agua sola para enjuagar.
- Usa la parte suave de una esponja o un paño de microfibra humedecido en el agua jabonosa y comienza limpiando desde la parte más alta de la pared. Luego, avanza gradualmente y anda secando sobre la marcha para que no dejes ninguna mancha o marcas de goteo.
- Aclara con el agua limpia del otro recipiente, si esta se va ensuciando debes cambiarla para no llevar esa suciedad de vuelta a la pared.
- Deja las ventanas abiertas para secar el ambiente.
- No te olvides del guardapolvos que es donde más mugre se junta.
Si tu pared tiene manchas más difíciles y la mezcla de agua y jabón líquido no ha sido suficiente, te recomendamos utilizar BaciAqua, nuestro limpiador especializado que remueve en profundidad la suciedad. Aplícalo con movimientos circulares, probándolo antes en una zona no visible, y aclara con un paño húmedo.
En el caso de que tengas papel mural, la técnica de limpieza es muy parecida a la utilizada con la pintura: quita el polvo, frota (esta vez de manera más delicada) con una esponja o un trapo humedecido en agua templada jabonosa, aclara con agua limpia tibia y deja secar.
Con estos consejos esperamos que puedas lucir tus paredes como nuevas, antes de pensar en pintar de nuevo, intenta limpiarlas con estos tips.