La seda es de los tejidos más delicados que existen dentro de los materiales destinados a la fabricación de prendas. Por lo mismo, requiere de especial cuidado tanto en el lavado como en el secado y planchado. En este post te dejamos tips para que puedas lavarlas sin dañarlas ni estropearlas. Revísalos a continuación!
Cualquiera que sea el método recomendado por el fabricante de la prenda que debes revisar en la etiqueta, nunca pre-trates las manchas en la seda. Frotar la seda puede provocar que solo esa parte se aclare. Las manchas que no salgan después del lavado, debes revisarlas en una tintorería.
Uno de los elementos más importantes a tener en cuenta sobre cómo lavar seda es el color. Antes de llevar a cabo cualquier tipo de lavado en casa debes hacer una prueba en una pequeña parte de la prenda para que te asegures de que el color es sólido y no se destiña. En caso de que se destiña, debes proceder al lavado en seco probablemente en una tintorería.
Lavado a mano:
Para lavar tu prenda a mano (es lo que la mayoría de las veces se aconseja), prepara un recipiente con agua a temperatura ambiente con la dosis adecuada de algún detergente para prendas delicadas. Recuerda siempre tener ojo con la dosificación, asegúrate de no utilizar más detergente que el indicado en el envase. Disuelve bien el detergente en el agua antes de introducir la prenda.
Deja la prenda en remojo durante unos 3 a 5 minutos, moviéndola de vez en cuando para que el detergente se reparta bien. Luego, aclara con agua fría, asegúrate de sacar todos los restos de detergente. Exprime suavemente para quitar el exceso de agua, pero ten la precaución de no retorcer la prenda.
Lavado en máquina:
Si quieres lavar tus prendas de seda en la lavadora, lo primero que debes hacer es revisar si la etiqueta no dice lo contrario. Si dice que puede lavarse en máquina, preocúpate de darle la vuelta y lavarla solo con otras prendas delicadas que no tengan ningún tipo de accesorio que puedan rasgar las fibras.
Usa un detergente y un programa para prendas delicadas, en agua fría y con centrifugado suave para evitar que se estropeen.
Secado:
Cualquiera sea el método que utilizaste para lavar, el secado es el mismo: extiende la prenda sobre una toalla y enróllala para que vaya absorbiendo la humedad: así evitas que la seda se deforme por el peso del agua. Luego extiende la prenda sobre una rejilla de secado o sobre una toalla seca. No uses la secadora.
Si necesitas planchar, te recomendamos hacerlo con la prenda al revés y la temperatura de la plancha debe estar al mínimo, no utilices vapor.
Ahora ya sabes cómo lavar tu ropa de seda, sigue estos consejos y tus prendas se mantendrán impecables y se conservarán por más tiempo!