Algo infaltable en cualquier clóset son nuestros zapatos de cuero. Tanto este material como la gamuza deben tratarse con cuidado y limpiarlos regularmente para que te duren años. Al ser un material delicado tiende a perder color con el tiempo y con la exposición al sol ¡Acá te enseñamos los tips para que tus zapatos sean los protagonistas de tu look!
Para mantener los zapatos de cuero en cada uso, lo primero que debes saber es que, cada vez que los uses, quítales el polvo y la suciedad que pueda dañar la superficie. Para esto te recomendamos pasarles un paño de microfibra húmedo (pero sin exceso de agua) para sacar cualquier residuo. No presiones demasiado, especialmente en las costuras para no dañar el cuero. Luego deja secar.
Retira cuidadosamente los cordones de tus zapatos. Esto evitará que se manchen con los productos de limpieza. Si están sucios, colócalos en una bolsa de malla y ponlos en la lavadora para lavarlos o lávalos a mano.
Ayudándote de un paño suave, esparce una cantidad uniforme de cera o de aceite apto para zapatos de cuero. Es importante que dejes que el producto sea absorbido por completo. Como recomendación, siempre es importante consultar al fabricante sobre el tipo de producto a utilizar, ya que no siempre los productos tienen los mismos efectos en un determinado tipo de cuero. En general, el fabricante mismo te podrá recomendar uno (o al menos así es la mayoría de las veces).
Después usa un trapo limpio para retirar cualquier exceso de producto que pueda quedar en el cuero. Para que se sequen, te recomendamos dejar tus zapatos en reposo al menos un día, ya que la absorción del producto es paso a paso.
Si tus zapatos son de charol puedes usar aceite vegetal con un paño seco, lo que les devolverá su brillo original. Sin embargo, el tip de oro cada vez que limpies el cuero es probar el producto antes de la aplicación en un área pequeña y oculta.
¡Pon a prueba nuestros consejos y luce tus zapatos como nuevos!
